domingo, 30 de enero de 2011

LA LOCURA (Reflexiones)



LA LOCURA



Cuentan que una vez se reunieron en un lugar de la Tierra todos los sentimientos y cualidades de los hombres. Cuando El ABURRIMIENTO había bostezado por tercera vez, LA LOCURA, como siempre tan loca, les propuso:
- ¿Vamos a jugar a las escondidas?
               
LA INTRIGA levantó la ceja intrigada y LA CURIOSIDAD, sin poder contenerse pregunto:
- ¿A las escondidas? ¿Y cómo es eso?
- Es un juego - explicó LA LOCURA. - Yo me tapo la cara y comienzo a contar desde uno hasta un millón, mientras ustedes se esconden. Y cuando yo haya terminado de contar, al primero de ustedes que encuentre ocupará mi lugar para continuar el juego.
               
EL ENTUSIASMO bailó secundado por LA EUFORIA y LA ALEGRÍA. Dio tantos saltos que terminó por convencer a LA DUDA, e incluso a LA APATÍA, a la que nunca le interesaba nada.
Pero no todos quisieron participar. LA VERDAD prefirió no esconderse… ¿Para qué? Si al final siempre la hallaban… Y LA SOBERBIA opinó que era un juego muy tonto (en el fondo lo que le molestaba era que la idea no hubiese sido de ella) y LA COBARDIA prefirió no arriesgarse….
               
- Uno, dos, tres… - comenzó a contar LA LOCURA.
               
La primera en esconderse fue LA PEREZA, que como siempre se dejó caer tras la primera piedra del camino, LA FE subió al cielo y  LA ENVIDIA se escondió tras la sombra de EL TRIUNFO, que con su propio esfuerzo había logrado subir a la copa del árbol más alto. LA GENEROSIDAD casi no alcanzaba a esconderse: cada sitio que hallaba le parecía maravilloso para alguno de sus amigos.
               
¿Un lago cristalino? Ideal para LA BELLEZA. ¿La hendija de un árbol? Perfecto para LA TIMIDEZ. ¿El vuelo de una mariposa? Lo mejor para LA VOLUPTUOSIDAD. ¿Una ráfaga de viento? Magnífico para LA LIBERTAD. LA HUMILDAD terminó por ocultarse en un rayito de sol. EL EGOÍSMO, en cambio, encontró un sitio muy bueno desde el principio, ventilado, cómodo…, pero sólo para él. LA MENTIRA se escondió en el fondo del océano (mentira..., en realidad se escondió detrás del arco iris) y LA PASIÓN y EL DESEO, en el centro de los volcanes. EL OLVIDO…, se me olvidó donde se escondió…, pero eso no es lo importante.
               
Cuando LA LOCURA contaba 999.999, EL AMOR aún no había encontrado sitio para esconderse, pues todo se encontraba ocupado…, hasta que divisó un frondoso rosal y enternecido, decidió esconderse entre sus flores.
                
- Un millón...!!! - contó LA LOCURA y comenzó a buscar.
               
La primera en aparecer fue LA PEREZA, sólo a tres pasos de la piedra más cercana. Después escuchó a LA FE discutiendo con Dios en el cielo sobre Zoología. Y a LA PASION y a EL DESEO los sintió en el vibrar de los volcanes. En un descuido encontró a LA ENVIDIA y, claro, pudo deducir dónde estaba EL TRIUNFO. EL EGOISMO no tuvo ni qué buscarlo. Él solito salió disparado de su escondite, que había resultado ser un nido de avispas.
De tanto caminar sintió sed y al acercarse al lago descubrió a LA BELLEZA, y con LA DUDA resulto más fácil todavía, pues la encontró sentada sobre una cerca sin decidir todavía de qué lado esconderse.
Así fue encontrando a todos. A EL TALENTO entre la hierba fresca, a LA ANGUSTIA en una oscura cueva, a LA MENTIRA detrás del arco iris (mentira..., si ella estaba en el fondo del océano) y hasta a EL OLVIDO, que ya se le había olvidado que estaba jugando a las escondidas.
               
Pero sólo EL AMOR no aparecía por ningún sitio. LA LOCURA buscó detrás de cada árbol, bajo cada arroyuelo del planeta, en la cima de las montañas y, cuando estaba por darse por vencido, divisó un frondoso rosal… Entonces tomó una rama gruesa y comenzó a mover los tallos de las rosas. De pronto, se escuchó un grito desgarrador. Las espinas habían herido los ojos a EL AMOR. LA LOCURA no sabía qué hacer para disculparse… Lloró, rogó, imploró, pidió perdón y hasta prometió ser su lazarillo.


Desde entonces…
Desde que por primera vez se jugó a las escondidas en la Tierra:

EL AMOR ES CIEGO
Y LA LOCURA SIEMPRE LO ACOMPAÑA...





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