lunes, 31 de enero de 2011

"El elefante encadenado" - JORGE BUCAY (Reflexiones)




Cuando yo era chico, me encantaban los circos.  Y lo que más me gustaba eran los animales.
Me llamaba poderosamente la atención, el elefante.
Después de su actuación, el elefante quedaba sujeto solamente por una cadena que aprisionaba una de sus patas a una pequeña estaca clavada en el suelo.
Sin embargo, la estaca era un minúsculo pedazo de madera, apenas enterrado unos centímetros en la tierra.  Y aunque la cadena era gruesa y poderosa, me parecía obvio que ese animal, capaz de arrancar un árbol de cuajo con su propia fuerza, podría con facilidad arrancar la estaca y huir. 





¿Qué lo mantiene...?  ¿Por qué no huye...?  Cuando era chico, pregunté a los grandes.  Algunos de ellos me dijeron que el elefante no escapaba porque estaba amaestrado.
Hice entonces, la pregunta obvia...
- Si está amaestrado..., ¿por qué lo encadenan...?
No recuerdo haber recibido ninguna respuesta coherente.

Hace algunos años descubrí que alguien había sido lo suficientemente sabio como para encontrar la respuesta...

El elefante de circo no escapa porque ha estado atado a una estaca parecida desde que era muy, muy pequeño.  En aquel momento, el entonces elefantito habría empujado, tirado y sudado tratando de soltarse.  Y a pesar de todo su esfuerzo, no pudo.  La estaca, era ciertamente, muy fuerte para él.  Seguramente, se habría dormido agotado, y que al día siguiente debe haber vuelto a intentarlo, y también al otro, y el que seguía...  Hasta que un día, un terrible día para su historia, el animal aceptó su impotencia y se resignó a su destino.
Este elefante enorme y poderoso que vemos en el circo, no escapa porque CREE QUE NO PUEDE...!!!
Él tiene registro y recuerdo de su impotencia, de aquella impotencia que sintió poco después de nacer.  Y lo peor, es que jamás se ha vuelto a cuestionar seriamente si podía. Jamás..., jamás intentó poner a prueba su fuerza otra vez... 




Y vos..., ¿tenés algo de elefante de circo...?

Cada uno de nosotros somos un poco como ese elefante:
vamos por el mundo atados a cientos de estacas que nos restan libertad.

Vivimos creyendo que un montón de cosas "no podemos"...
Simplemente porque alguna vez probamos y no pudimos.

Grabamos en nuestro recuerdo:
"No puedo... "
"No puedo... "
"Y nunca podré... "

Muchos de nosotros crecimos portando ese mensaje que
nos impusimos a nosotros mismos y nunca más lo volvimos a intentar.

La única manera de saber, es intentarlo de nuevo...,
poniendo en el intento
TODO TU CORAZÓN...!!!







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