Nos acostumbramos a vivir en departamentos y a no tener otra vista que no sean las ventanas de alrededor; y porque no se tiene vista, luego nos acostumbramos a no mirar para afuera, y porque no miramos para afuera, luego nos acostumbramos a no abrir del todo las cortinas; y porque no abrimos del todo las cortinas, luego nos acostumbramos a encender más temprano la luz.
Y a medida que nos acostumbramos, olvidamos el sol, olvidamos el aire, olvidamos la amplitud…
Nos acostumbramos a despertar sobresaltados porque se nos hizo tarde; a tomarnos el café corriendo porque estamos atrasados; acostumbramos a no mirar para afuera; a leer el diario en el colectivo porque no podemos perder tiempo; a comer un sandwich porque no da tiempo de almorzar; a salir del trabajo ya de noche; a dormir en el colectivo porque estamos cansados; a cenar rápido y dormir pesados sin haber vivido el día.
Nos acostumbramos a pensar que las personas cercanas a nosotros estarán siempre ahí y a creer que están bien, sin preocuparnos por averiguarlo; a esperar el día entero y finalmente oír en el teléfono… "Es que no puedo ir… A ver cuándo nos vemos… La semana que viene nos reunimos…"
A sonreir a las personas sin recibir una sonrisa de vuelta.
A ser ignorados cuando precisábamos tanto ser vistos.
Si el cine está lleno, nos acostumbramos y nos conformamos con sentarnos en la primera fila aunque tengamos que torcer un poco el cuello.
Si el trabajo está complicado, nos consolamos pensando en el fin de semana; y si durante el fin de semana no hay mucho qué hacer o andamos cortos de dinero, nos vamos a dormir temprano y listo, porque siempre tenemos sueño atrasado.
Nos acostumbramos a ahorrar vida…
Que, de a poco, igual se gasta y una vez gastada, por estar acostumbrados…, nos perdimos de vivir…!!!
Existe un dicho: "La muerte está tan segura de su victoria, que nos da toda una vida de ventaja."
El tiempo no se puede atrapar, mucho menos almacenar. Nuestra existencia transcurre a gran velocidad, pero mientras tengamos vida, tenemos la oportunidad de cambiar nuestros hábitos, de tener una mejor calidad de existencia, de aprovechar y disfrutar cada respiro, cada latido de nuestro corazón.
No transformemos nuestra vida en una rutina inútil que nos haga infelices.
DIOS pone a nuestra disposición todos los elementos para ser seres felices, satisfechos y agradecidos por ese gran don que es la vida, que con tanto amor nos ha
sido otorgado.
La vida no hay que ahorrarla…
A la VIDA hay que VIVIRLA plenamente…!!!
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